Actividad de reflexión y análisis Nº 18

La difícil tarea de la recreación del tutor idóneo... Para seleccionar las cualidades de Emi nos resultó complicado ponernos de acuerdo. En el grupo teníamos diferentes cuestiones que creíamos que serían muy importantes y de ellas, únicamente teníamos que seleccionar diez. Aquí os dejo una imagen de como quedó retratada.

He decidido hacer una receta para poder crear al tutor que yo creo como ideal, os la añado a continuación:

• 100 gramos de nivel de comprensión hacia el alumnado, para poder mediar entre ellos, padres, profesores y el tutor mismo.

• Tres pizcas al menos de conocimiento de distintos idiomas, ¿Cómo si no va a ir nuestro tutor en excursiones al extranjero con los alumnos? ¿Y cómo les ayudará en sus deberes?

• Un kilo, y medio más si lo vemos corto, de paciencia, no queremos un tutor chillón, estresado, o odiado por los alumnos en nuestra vida.

• Personalidad y carácter a vuestro gusto, para poder saber llevar el grupo y tener unas ideas claras para transmitir.

• 200 gramos de equidad, debe saber quién necesita más ayuda, y quien se basta por si mismo, en todos los niveles de la vida, escolar y extraescolar.

• Medio litro de ganas de tratar con el alumnado, si vemos que se queda corto, podemos irle añadiendo esporádicamente más centilitros.

• 150 gramos de dinamísmo, no queremos una clase aburrida.

• El bol más grande que tengamos para albergar conocimiento de diferentes cuestiones actuales, como las TIC, vocabulario que se usa y noticias nuevas. No queremos un profesor que hable pasado de moda, ¡se acabó el rayos y relámpagos o fumar canutillos como palabras ultramodernas!

•  Mogollón de energía a nuestro gusto, para siempre poder con más.

• Y por último, un puñado generoso de no darse por vencido por más y más problemas que puedan surgir con nuestro curso.

                     ¿Qué opináis, añadiríais algo más a mi receta? ¡Nos leemos!